Para esta
edición de Merca-Ham, la de 2016, se me ha ocurrido acordarme de una de mis
asignaturas pendientes: la CW. Una vez aprobado el examen le he dedicado muy
pocos esfuerzos, pero esta vez no va a ser por falta de manipulador.
Desde hace
años disponía de una base de gabro de Zimbabwe de buen tamaño (una roca plutónica negra de grano medio-fino), que reservaba
para servir como soporte, una barra de aluminio de para convertirse en el brazo
del manipulador de telegrafía y un par de cojinetes de bolas.
Hace algún
lustro, en CQ Radioamateur apareció una artículo de un colega EA2 (siento no
recordar más) en el que se presentaba una llave telegráfica que seguía la
proporción áurea (el número de oro), pero que tenía de una disposición de
contactos en la parte posterior que no me parecía especialmente estética, así
que he optado por mantener la proporción, pero con una situación de los
elementos más tradicional. Pero ¿sabes qué es la proporción áurea? Por si
acaso, hago un pequeño recordatorio.
En el caso
de un segmento dividido en dos partes, se debe cumplir la relación:
AB/AX=AX/XB
Donde A y B
son los extremos del segmento y X en punto intermedio. Esta proporción acaba
siendo de aproximadamente 1,618. Esta relación nos puede parecer un poco
extraña, pero no lo es en absoluto. La encontramos, bien exactamente, o muy
cercana, en muchos objetos cotidianos por su estética, por ejemplo en las
tarjetas de crédito o las pantallas de TV, así como en diversas pinturas y
obras arquitectónicas famosas.
Bien, sin
querer llegar a tanto, he aplicado en lo que he podido estas proporciones, por
lo que al tener la barra de aluminio de 21 cm , el soporte central debía estar a
21/1,618 cm, es decir, a 13 cm .
El resto de los materiales son aluminio, salvo dos cabezas de tornillo grafiladas,
de acero, y los contactos, de cobre.
La parte del
muelle, que mecánicamente no me suele gustar en muchos manipuladores, la he
resuelto mediante dos imanes de neodimio puestos uno contra el otro, con lo que
la separación entre ellos marca la fuerza que oponen.
No me lío
más y os dejo las fotografías, que a veces dicen más que 300 ó 500 palabras
(se puede llegar hasta 1000).
73 de Juan